Sandra Ávila Beltrán estaba acusada de delitos del narcotráfico y delincuencia organizada
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| SIN LIBERTAD. En diciembre pasado el juzgado 18 de Distrito de Procesos Penales Federales absolvió a la llamada reina del PacíficO |
La Procuraduría General de la República (PGR) apeló la absolución que otorgó un juez federal a la llamada Reina del Pacífico, Sandra Ávila Beltrán, quien estaba acusada de los delitos del narcotráfico y delincuencia organizada.
La resolución de la inconformidad será resuelta por el Tercer Tribunal Unitario de la Ciudad de México, a cargo del magistrado Jesús Guadalupe Luna Altamirano, uno de los administradores de justicia que ha resuelto varios de los más importantes casos de crimen organizado ocurridos en México.
En diciembre, el Juzgado 18 de Distrito de Procesos Penales Federales absolvió a la llamada Reina del Pacífico de los cargos antes mencionados, luego de que consideró insuficientes las pruebas aportadas por la PGR en contra de Ávila Beltrán.
Detenida en septiembre de 2007, junto con quien fuera su pareja sentimental, Juan Diego Espinosa Ramírez, El Tigre, a la Reina del Pacífico se le señaló como parte de la operación que pretendió transportar 10 toneladas de cocaína en el buque Macel con destino a Estados Unidos.
El Tigre fue considerado el principal responsable de esa acción.
Luego de que ambos fueron detenidos, El Tigre aceptó ser extraditado a Estados Unidos y convertirse en testigo protegido, pero Ávila Beltrán permaneció en el país, donde ha enfrentado legalmente las acusaciones en su contra.
Hasta ahora ha logrado evitar su extradición a Estados Unidos y ser declarada culpable por el caso Macel.
El buque Macel fue interceptado en diciembre de 2000 por un guardacostas de Estados Unidos que luego lo entregó a la Armada de México, la cual lo transportó hacía el puerto de Manzanillo Colima, donde después de una revisión se encontró que transportaba casi 10 toneladas de cocaína hacía Ensenada, Baja California.
La acusación de la PGR señalaba que Ávila Beltrán había realizado varias llamadas con tripulantes del Macel, pero un peritaje oficial determinó que la voz de las llamadas interceptadas no pertenecían a la llamada reina del Pacífico y por ello no prosperaron los cargos.
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